Cantabria, sus villas y ciudades
Cantabria
Villas y ciudades de Cantabria
Altamira (Cuevas). A 2 kms. de Santillana, la “capilla sixtina del
cuaternario” (unos 270 metros de longitud) conserva, en las fractuosidades de
techo y paredes, numerosos grabados, en dibujo inciso, de bisontes, jabalíes,
ciervos, caballos. Entrada limitada a 15 visitantes por día. También interesa
el Museo (con la Neocueva) y el Zoo.
Ampuero. Santuario de la Bien Aparecida (patrona de la Comunidad).
Célebres “encierros” (7, 8 y 9 de septiembre).
Castro Urdiales. En su “puebla vieja” destacan la iglesia gótica de Santa María y
el castillo (hoy con faro). Entre junio y julio, inolvidable fiesta del Coso
Blanco.
Cóbreces. Abadía neogótica de Viaceli.
Comillas. En el conjunto histórico-artístico de la “villa de los
arzobispos” destaca su esplendoroso final del siglo XIX: la antigua Universidad
Pontificia, el palacio de Sobrellano o del Marqués, el palacete “Capricho de
Gaudí” y algunos sobrecogedores mausoleos modernistas en su cementerio.
Guriezo. Iglesia renacentista de San Vicente de la Maza y palacio de la
Yesca.
Isla. Ofrece monumentos (torres, palacio de los condes), viveros de
langosta y bogavantes, y muy buenas playas (El Sable, Los Franceses, La Arena).
Laredo. La capital de la “costa esmeralda” conserva un prodigioso casco
antiguo (puebla vieja). Espectacular “Batalla de las Flores” el último viernes
de agosto.
Liérganes. Conjunto monumental de excepcional cantidad y calidad (Cruz de
Rubalcaba).
“Mar, el mar, la mar...”. En sus 211 kms. de litoral, ofrece 58 playas, con una extensión
total de 48 kms. de dorados arenales.
Noja. Al lado de la reserva natural de las marismas de Joyel y de
Victoria. Son notables sus playas de Joyel, Ris (más de 1 km.) y Trengrandín
(casi 4 kms.)
Picos de Europa. Entrando por Unquera y tras pasar el desfiladero de La Hermida,
se llega a la señorial Potes (puebla vieja, torre del Infantado), Santo Toribio
de Liébana (monasterio), Mogrovejo (torre medieval), Espinama (base montañera
para el ascenso a los Picos) y Fuente Dé (teleférico de 800 metros hasta el
Mirador del Cable).
Puente Viesgo. Conjunto paleolítico más importante, quizás, del mundo (cuevas
de Monte Castillo, La Pasiega, Las Monedas, Las Chimeneas y La Flecha).
Ramales de la Victoria. Conjunto prehistórico (cuevas de Covalanas, Cullalvera y La
Haza).
Reinosa. Además de su conjunto monumental, encontramos en sus alrededores
el más interesante románico cántabro, las iglesias rupestres de Cadalso,
Arroyuelos y Santa María de Valverde, las ruinas romanas de Julióbriga, y el
gran pantano del Ebro.
Santander. La reconstruida ciudad, tras el incendio de 1941, impacta por el
populismo de su Barrio Pesquero, el clásico conjunto urbano del paseo de Pereda
(Ayuntamiento, museo de Bellas Artes, bibioteca Menéndez Pelayo con más de
45.000 volúmenes, catedral, antiguo Hospital de San Rafael – hoy Asamblea
Regional-, antiguo Banco Mercantil, plaza porticada), por la elegancia modernista
y barroca de la avenida del Sardinero (hotel Real, palacio de la Magdalena,
Gran Casino, chalets y otros hoteles), por el innovador Palacio de Congresos y
Exposiciones (obra de Sáenz de Oiza) y por la variedad de sus parques,
miradores y amplias cercanías (playas recoletas, faro de Cabo Mayor, parque y
golf de Mataleñas, pueblo blasonado de Puente Arce). Tanto que, con
indiscutible justicia, se declara Santander “ciudad ideal” y la más elegante de
España.
Santillana del Mar. Es de todo punto indescriptible la impresión que causa su
conjunto histórico-artístico (Colegiata, casas de Aguila y de la Parra,
palacios...)
Santoña. Iglesia de Santa María, palacio del Duque, castillo de San
Carlos y San Martín, fuerte de Napoleón, curiosa plaza de toros.
San Vicente de La Barquera. Los restos amurallados, la
iglesia gótica, el vigilante castillo, el impresionante paisaje en pleamar. Marinera
fiesta de La Folía (segunda mitad de abril).
Suances. Las playas de Los Locos y de La Concha encajonan los acantilados
de la Punta del Dichoso. Casi al lado, el puerto deportivo separa las playas de
La Ribera y la Riberuca, donde los romanos situaron el “Portus Blendium”, del
que habló Plinio el Viejo. Hace ya más de cien años que a Suances, lo mismo que
a Santander, llegaban aristócratas y cortesanos para disfrutar de sus “baños de
ola”.
Torrelavega. Sostén industrial de la comunidad cántabra.