El prerrománico asturiano

Asturias

EL PRERROMÁNICO ASTURIANO

En la España musulmana del siglo octavo, surge un pequeño reino que se hizo a fuerza de coraje y de inventiva: con la espada, con la oración y con la plomada. Donde iba la corte, llegaban los canteros y maestros de obra. El rey Silo trasladó la corte de Cangas de Onís a Pravia; Alfonso II se “inventó” Oviedo; y el hijo de Alfonso III se mudó hasta León. Y nos dejó sin corte y sin milagros.

Durante un siglo y cuarto, en el reino astur creció un arte único. Aparte de algunas geniales soluciones técnicas y estéticas (que adoptará y mejorará el románico casi 200 años más tarde), las construcciones prerrománicas se recargaban de relieves, pinturas murales, muebles y ornamentos... Fue un arte que innovaba sobre la tradición. La modernidad del siglo noveno se llamó prerrománico. Sobre todos, el asturiano.

Después de casi mil doscientos años, las iglesias y palacios siguen siendo elegantes; y, en su mayoría, permanecen en espacios naturales abiertos, sin que urbes ni urbanizaciones los hayan engullido.

Relacionamos todo lo que resta -y dónde visitarlo- de lo mucho que se hizo entonces:

Durante el reinado de Silo (774-783):

·         Basílica de San Juan de Santianes. Al lado de Pravia. Muy retocada y modificada la estructura prerrománica.

Durante el reinado de Alfonso II (791-842):

·         San Tirso el Real. Frente a la catedral de Oviedo. De la fábrica prerrománica (812), resta el precioso testero exterior con alfiz.

·         Cámara Santa. Dentro de la catedral. Formaba parte del palacio real intramuros. Después se utilizó como relicario. Sólo la cripta es original.

·         San Julián (Santullano) de los Prados. En las afueras de Oviedo. Formaba parte de la residencia real a extramuros. El mayor templo prerrománico (30 x 25 metros), con magníficas conservación y pinturas murales.

·         Santa María de Bendones. A 5 kms. de Oviedo, en la salida hacia Tudela Veguín. Destruída durante la guerra civil y reconstruída a finales de los cincuenta del siglo pasado.

·         San Pedro de Nora. A unos 13 kms. de Oviedo, siguiendo la carretera a Galicia, y ya cerca de Trubia. Muy hermosa, por arquitectura y por entorno.

·         Cruz de Los Ángeles. La más antigua de las tres joyas monumentales que guarda la Cámara Santa. Encargada por Alfonso II en 808.

Durante el reinado de Ramiro I (842-850):

·         Palacio de Santa María del Naranco. En la falda del monte, a 3 kms. de Oviedo. Resume lo mejor del arte asturiano: integración en el entorno, sencillez, ascensionalidad, interior abovedado, ornamentación y simetría, elegancia.

·         Basílica de San Miguel de Lillo. A pocos metros del palacio. Bellísima en líneas y proporciones (la altura es tres veces superior a la anchura de la nave central); celosías, capiteles, relieves...

·         Santa Cristina de Lena. A escasos 40 kms. de Oviedo, sobre una colina de Vega del Rey, al sur de Pola de Lena. Mandada construir, probablemente, por Ordoño I (850-866), hijo del rey Ramiro. Para algunos, “la auténtica joya del arte religioso asturiano”.

Durante el reinado de Alfonso III (866-910):

·         San Adriano de Tuñón. A 23 kms. de Oviedo, saliendo de Trubia hacia Teverga. Consagrada en 891. Destacan sus pinturas murales de estilo mozárabe.

·         San Salvador de Valdediós. A 40 kms. de Oviedo, entre Pola de Siero y Villaviciosa. Es tan divino el valle como este conventín que consagraron, en 893, siete obispos: los de Dumio, Coimbra, Iria, Astorga, Lamego, Lugo y Zaragoza.

·         Santiago de Gobiendes. En la falda costera del Sueve, a 4 kms. de Colunga. Como la de Priesca, fue construída tras la muerte de Alfonso III, cuando la capital del reino cristiano había ya pasado a León.

·         San Salvador de Priesca. Entre Colunga y Villaviciosa. Consagrada el año 921.

·         Fuente de La Foncalada. En el centro de Oviedo. Única obra de carácter civil, construida en la Alta Edad Media, que se conserva en Europa.

·         Cruz de la Victoria. Encargada en 910 por Alfonso III para donarla a la catedral.

Caja de las Ágatas. Regalo que hizo el rey a la catedral el año 910.