Galicia: Provincia de A CORUÑA

Galicia

Galicia: Provincia de A CORUÑA

A CORUÑA

 

COSTA DE LA MUERTE

La larga "costa da morte" semeja un rosario de cruces: evocan las "bucetas" azotadas contra las rocas y suresaca de náufragos y muertos. La mayor parte del alma de Galicia llora a sus emigrantes emigrados desde la costa sury a sus pescadores muertos en la costa norte:

Malpica. "A vila da vida / na costa da morte". Frente a su ermita y cabo de San Adrián, las islas Sisargas

Corme. Al lado de la sonora bravura de Punta Roncudo, donde los mejores percebes de Galicia juegan con la vida de "percebeiros" funanbulistas.

Ponteceso y Cabana. Frente a la ensenada de la Insua y la ría de Corme. Valles adentro, el dolmen de Dombate y el castro de Borneiro

Camelle. Desde la reciente muerte del semidesnudo Man (dicen que de impotente tristeza por la invasión del chapapote), el roquedal marino que él dispuso y pegó durante 30 años es más museo y símbolo que nunca.

Cabo Vilán. Uno de los célebres "Siete Faros", cuya ruta aconsejamos: Estaca de Bares, Punta Candelaria, Cabo Prior, Torre de Hércules, Cabo Vilán, Touriñán y Finisterre.

Camariñas. Pueblecito de pescadores, como tantísimos, cuyas "palilleiras" tejen las célebres puntillas.

Muxía. Tradicionalmente, los hombres laboraban la mar y las mujeres respondían del mucho resto, por ejemplo, del encaje de bolillos ("palilleiras"). Es obligado acercarse al santuario de Nosa Señora da Barca y tentar la piedra rota de Abalar o pasar por debajo de la Pedra dos Cadrís.

Touriñán (cabo de). Los romanos no calcularon bien: este punto sí que es el más occidental, el más extremo de Galicia y del mundo entonces conocido.

Corcubión. El barrio antiguo, de arquitectura popular, está declarado conjunto histórico-artístico.

Finisterre (cabo de). A 12 kms. de Corcubión. Tras dejar el bello pueblo de Fisterra, subida hasta el faro del Fin del Mundo.

 

PENÍNSULA DEL BARBANZA

Este gran brazo granítico divide la mar en dos rías prodigiosas: la de Muros-Noia, al norte, y al sur la de Arousa. Otero Pedraio dijo que "armoniza paisajes montañosos y horizontes de ría y costa abierta, recuerdos prehistóricos y célticos con vivires señoriales y monásticos...”

Desde Padrón, acérquese,

·         a las torres de Catoira (memoria de vikingos),

·         a Rianxo (villa natal de Castelao, donde las "ondiñas veñen e van" y el hórreo de Araño alcanza los 37 m. de largo),

·         a Boiro (la villa divertida),

·         a Pobra do Caramiñal (por donde aventuraban el Marqués de Bradomín y su fabulador Valle Inclán; donde se ofrecen agradecidos supervivientes en la procesión de las Mortajas del tercer domingo de septiembre);

·         al panorámico monte Curota,

·         a Ribeira (primer puerto de bajura y tercera flota pesquera de España),

·         a Corrubedo (las más grandes dunas marinas del norte español),

·         a Oleiros (dolmen de Axeitos);

·         a Baroña (castro celta a la orilla del mar),

·         a Noia (que comparte, con Muros, la bellísima ría)´

·         y a playas, y playas, y playas...

 

 

Otras villas y ciudades de A CORUÑA

 

A Coruña: Llamada "la ciudad de cristal" por sus galerías. Merecen visitarse: los jardines de Méndez Núñez, la plaza de María Pita y Ayuntamiento, el paseo del Parrote, el castillo de San Antón, el fuerte y jardines de San Carlos, la torre de Hércules, y tres museos activos: la Casa de los Peces, la Casa de las Ciencias y la Casa del Hombre

 

Arzúa y Melide: Imprescindibles, tanto si hablamos del Camino como si degustamos el suave y cremoso "queso de tetilla". Poco antes de Melide, dos lugares de los más hermosos del Camino: Leboreiro y Furelos.

 

Betanzos: Conjunto histórico-artístico (Pazo de Bendaña, Ayuntamiento, Torre de Lanzos, Santa María del Azogue, Monasterio de San Francisco) y el admirable parque “Pasatiempo”. En este burgo se constituyó (siglo XII) el más antiguo gremio de Galicia (sastres)

 

Buño: Tradicional pueblo alfarero, a 10 kms. de Carballo, con numerosas y originalísimas piezas a precio muy asequible.

 

Carnota: Próxima a Muros, con el hórreo y playa más grandes de Galicia.

 

Cedeira: En la costa norte. Allí se celebra, en el mes de junio, la tradicional “rapa das bestas”. En las proximidades, se encuentra el santuario de San Andrés de Teixido, “onde vai de morto o que non vai de vivo”.

 

Curota: Monte Olimpo de la cultura celta, con el más impresionante mirador sobre las rías. A 10 kms. de Pobra do Caramiñal.

Ferrol: En la ciudad departamental sobresalen su gran muralla, la concatedral de San Julián y, vigilando la boca de la bahía, los castillos de San Felipe y de La Palma.

Muros: Impensable sin el mar y sin arcadas (adinteladas, de medio punto, góticas). Es tan bella por sí como por sus cercanías (Louro, lagunas de As Xarfas, monte Carnota).

Noia: Nacida del mar y hoy viuda del mar, esta villa neogótica es imprescindible para los estudiosos, los peregrinos y los turistas.

Ortigueira: La hermosa ría encaja entre las sierras Capelada y Faladoira; cuelga de la mar sujeta por el alfiler de Estaca de Bares y por la chincheta de Cabo Ortegal.

Padrón: Con evocaciones jacobeas (piedra de la iglesia de Santiago, donde amarró la barca que trajo el cuerpo del Apóstol, quien también predicó en el cercano monte Santiaguiño) y literarias (casa natal de Rosalía de Castro y Fundación Camilo José Cela).

Pontedeume: En el estuario del río Eume, frente a la ría de Ares y al pie del monte Breamo. Lo tiene todo. Y todavía conserva recuerdos monumentales del señorío de la Casa de Andrade.

Sada y O Castro: Preciosos ría y pueblo, en cuyas cercanías se visita la fábrica y museo ceramista de O Castro, que, junto con Sargadelos, constituyen las cerámicas más ricas entre las artísticas.

Santiago de Compostela: ver especial sobre la ciudad

Sobrados dos Monxes: Monasterio cisterciense (claustros, capillas de San Juan y del Rosario, sacristía)

Vimianzo: Lugar de antiquísimos asentamientos humanos (dólmenes, necrópolis) y especialmente ligado a la familia Moscoso de Altamira (castillo de Vimianzo)

Vixía de Herbeira: A 12 kms. de Cedeira, su mirador domina el más alto acantilado de Europa (620 metros).